Francisco Javier Sáenz de Oiza
Francisco Javier Sáenz de
Oiza, arquitecto español, una de las figuras más destacadas de la arquitectura
española de la segunda mitad del siglo XX. Nació en Cáseda, Navarra en 1918 y
falleció el 18 de Julio en Madrid el año 2000 como consecuencia de una larga
enfermedad. Francisco Javier Sáenz
de Oiza cursó estudios secundarios en Sevilla y Madrid; entre 1934 y 1936
realizó los dos cursos necesarios de ciencias exactas para poder entrar en la
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. Cuando estudió
en la escuela de Arquitectura de Madrid recibió el “Premio Aníbal Álvarez” por
el mejor expediente académico.
En 1947 para ampliar su
formación decidió viajar a Estados Unidos gracia a la beca “Conde de
Cartagena”, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En ese país profundizó en el estilo de
la gran arquitectura urbana moderna. Gracias a ese viaje obtuvo
una gran influencia sobre el panorama arquitectónico norteamericano y el empleo
de las nuevas tecnologías que permiten construir de una forma más funcional y
rápida, por ello cuando vuelve a España decidió renovar con esos parámetros la
arquitectura española en 1949.
Empezó a dar clases de
Salubridad e Higiene (hasta 1952) y posteriormente fue profesor de Proyectos
Arquitectónicos en la Escuela de Arquitectura de Madrid desde 1968 hasta 1983, año de su
jubilación. Por lo tanto, se dedicó a la enseñanza y la creación. Además, en los
años 1981 – 1983 ocupó el cargo de director de la propia escuela.
En 1989 recibió la medalla de oro del Consejo Superior
de Arquitectos. El reconocimiento a su dilatada trayectoria arquitectónica
tendría su punto culminante en 1993, con la concesión del Premio Príncipe de
Asturias de las Artes.
Durante toda su vida profesional
compaginó la actividad docente con el trabajo en su estudio madrileño, al que
en los últimos años de su vida se incorporaron algunos de sus hijos, cuatro de
los cuales fueron también arquitectos. Proyectó, en equipo, los barrios
residenciales de Calero, Erillas y Batán, cercanos a Madrid, con planteamientos
funcionales. Su obra más importante son las Torres Blancas de Madrid, (que lo
comentamos anteriormente en otro post) de las que sólo se llegó a construir
una.
Otras obras son el edificio del Banco
Bilbao-Vizcaya (en el centro AZCA de Madrid), la villa Fabriciano
(Torrelodones, Madrid) y los pabellones del recinto ferial Juan Carlos I
(1989-1991), en Madrid. En 1989 recibió la medalla de oro del Consejo Superior
de Arquitectos de España y en 1993 fue galardonado con el Premio Príncipe de
Asturias de las Artes.
El edificio del Banco Bilbao-Vizcaya
Trabajo con varios profesoinales
como en 1953 con Luis Laorga en la nueva basílica de Nuestra Señora de Aránzazu
( Gipúzcoa). Sáenz de Oiza conseguio el Premio Nacional de Arquiectura de 1954
con una arquitectura más espacial, construyendo un volumen con el que intentaba
asimilar el modelo arquitectónico de Mies van der Rohe e integrando líneas contemporáneas y materiales
modernos (acero, hormigón) con elementos tradicionales (planta en cruz,
campanario, capillas. Durante su construcción, Sáenz de Oiza conoció al
escultor Jorge Oteiza, lo que dio inicio a una amistad que se revelaría
fecunda.
Entre 1954 y 1962 colaboró con el equipo
de Romaní en la construcción de viviendas sociales en distintas zonas de
Madrid, como Fuencarral (1955), Entrevías, Calero y Batán. En el barrio de
Entrevías (1956) recurrió a los trabajos del arquitecto holandés J. J. P. Oud,
miembro de De Stijl, para superarse en su radicalidad constructiva, llevando el
funcionalismo y la pureza de la plasticidad organicista a unos límites un tanto
forzados.
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