José Rafael Moneo - Las Viviendas del Paseo de la Habana
José Rafael Moneo, hizo sus estudios en la Escuela de
Arquitectura de la Universidad de Madrid y obtuvo el título de arquitecto en
1961. Leopoldo Torres Balbás, su profesor de historia de la arquitectura fue
quien le aporto toda influencia. Cuando todavía se estaba sacando la carrera
decidió trabajar junto al arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza. Moneo decía:
“Yo
quería ser arquitecto de la misma manera que Oiza, con todo el entusiasmo
profesado por él en su trabajo.”
Después de finalizar sus estudios, viajo a Hellebaeck,
Dinamarca, para trabajar con Jorn Utzon, un arquitecto danés que es conocido
por haber realizado el proyecto de la Opera de Sídney y por ganar un premio
Pritzker en 2003.
” A quien yo vi como el legítimo
heredero de los grandes maestros de la época heroica“. – Rafael Moneo.
Durante su trayectoria profesional
son muchas las obras y proyectos realizados a lo largo de toda su carrera profesional,
uno de ellos son Las Viviendas del Paseo de la Habana. Centrándonos mayormente
en este proyecto en el terreno que se levantan estas viviendas estaba el
palacete del pintor Pons Arnau, yerno de Sorolla. Por iniciativa del hijo del
primero, que es arquitecto, se le encargó a Rafael Moneo la redacción de un
proyecto que respetase al máximo el jardín allí existente. Es por esta razón, y
no por deseos puramente estéticos, que el dibujo de la planta aquí presentada
concede tal importancia a la representación de los árboles. La situación de sus
troncos condiciono en gran parte la forma geométrica de la intervención
arquitectónica.
Me parece un proyecto muy curioso por la forma
que realizan las viviendas. Si nos centramos en cada una de ellas, están enlazadas
por la parte del salón. Es impresionante como utiliza las viviendas básicamente
rectangulares con otras viviendas muy parecidas pero un poco más curvadas.
Todas ellas hacen el efecto espejo mediante un eje de simetría.
Si miramos dentro de una de ellas, podemos
observar que al entrar nos encontramos con un “hall” bastante grande que nos
pone frente a frente con dos puertas, el salón y la cocina. La sala de estar,
es muy amplia y está dividido mediante una puerta corredera que nos lleva al
comedor. En la parte delantera hay una zona que sería para algún invitado, el
servicio de la casa… que contiene un dormitorio con su aseo. La otra parte de
la casa, se compone de cuatro dormitorios, dos aseos, y un almacén. Todo esto contando
con dos terrazas bastante grandes, uno se enlaza con el comedor y la cocina, y
la otra con el salón y una de las habitaciones.
El artista insiste en que los edificios no son “el
resultado de un proceso ni la materialización de un dibujo”
definitivamente no es la propiedad exclusiva del arquitecto. “Una vez
completado, los edificios adquieren una vida propia. De todas las
artes figurativas o plásticas, la arquitectura es probablemente aquella en la
que la distancia entre el artista y su obra es la más grande… la arquitectura
implica la distancia, de modo que al final el trabajo se queda solo,
autoportante… una obra de arquitectura, si tiene éxito, puede borrar al
arquitecto“.
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